viernes, 28 de noviembre de 2008

Mis confesiones, de J.J. Rousseau



"INICIO una empresa jamás acometida y cuya ejecución no tendrá imitadores. Quiero mostrar a mis semejantes un hombre en la íntegra verdad de su naturaleza, y ese hombre soy yo.
Yo solo. Siento mi corazón y conozco a los hombres. No he sido hecho a semejanza de ninguno de los que he visto; me atrevo a creerle diferente a cuantos hombres existen. Si no valgo más, al menos soy otro. Pero sólo después de haberme leído, podrá juzgarse si la naturaleza hizo bien o mal en destruir el molde sobre el que fui vaciado. Las trompetas del juicio final pueden sonar cuando les plazca; vendré entonces, con este libro en la mano, a presentarme ante el juez supremo. Y diré en alta voz: He aquí lo que be hecho, lo que he pensado y lo que be sido. He dicho el bien y el mal con la misma franqueza. No he callado nada malo ni agregado nada bueno, y si en alguna oportunidad debí emplear algún adorno indiferente, sólo fue para llenar alguna laguna de mi memoria. He podido suponer verdadero aquello que pudo serlo, nunca lo que sabía falso. Me he mostrado tal cual soy: despreciable y vil al serlo; bueno, generoso y sublime al serlo; he revelado mi interior tal cual tú mismo le viste, Ser Eterno. Reúne a mi alrededor a la innumerable multitud de mis semejantes: que ellos oigan mis confesiones, que giman con mis indignidades y se abochornen con mis miserias. Que cada uno de ellos descubra a su turno su corazón al pie de tu trono con la misma sinceridad, y que luego uno solo de ellos te diga, si se atreve: Yo fui mejor que ese hombre."

miércoles, 26 de noviembre de 2008

El rey Pausole, de Pierre Louys $12



Las sabrosas y pintorescas páginas de El Rey Pausóle son fruto de la labor de Pierre Louys, escritor de dotes singulares en cuyas obras se crea un mundo mágico, rodeado de un humor sutil que lo convierte en uno de los más importantes representantes de este género.
Nacido en 1870, hay una estrecha relación entre su vida y el universo irreal que presenta en sus textos. De la singular amistad que mantuviera con Gide y con Valery se cuentan sabrosas anécdotas.
Su obra aparece viciada por una especie de influjo dannunziano que lo distingue de otros autores más severos. Está plagada de amores libres, alegrías fáciles y delicados placeres, todos dentro de la mejor narrativa del absurdo.
Pierre Louys es además autor de Afrodita, Las canciones de Bilitis, La mujer y el Pelele, etc.

martes, 25 de noviembre de 2008

Testimonios 1975-1977 de Victoria Ocampo $12



Victoria Ocampo habla y discute con libros, con amigos o autores a quienes ha conocido en la relación personal o a través de esa otra relación, más íntima aún, que es para ella la lectura. Susan Sontag la atrae por su inteligencia y su serena firmeza para abrirse paso como mujer y escritora; Chanel la obliga a mirarla con atracción y desaprobación a la vez por su mezcla de talento y de desapego en el contacto con los demás; Keyserling revive disputas vibrantes de coincidencias y diferencias ("Pongámonos de acuerdo para disentir"); y Ricardo Güiraldes vuelve a suscitarle profundas reflexiones sobre sus libros y también el recuerdo de cuando juntos bailaban tangos siguiendo la música del Pibe de la Paternal...

sábado, 22 de noviembre de 2008

Las olas, de Virginia Woolf $25




Desde que se publicara en 1931, Las olas ha sido considerada una de las obras capitales de la narrativa del siglo XX, tanto por la original e hipnótica belleza de su prosa como por la perfección de su revolucionaria técnica y, con el paso de los años, su influencia en la literatura contemporánea ha ido acrecentándose. La novela desarrolla, al compás del batir de las olas en la playa, seis monólogos interiores que, como un tapiz a cada instante tejido y destejido, formulan el relato caleidoscópico de la vida de seis personajes desde su infancia hasta la vejez.
Obra cumbre de la narrativa de Virginia Woolf, Las olas es ya un clásico intemporal cuya lectura nos acompaña a lo largo de los años como el recuerdo de un verano lejano e irrepetiblemente feliz.

viernes, 21 de noviembre de 2008

ALBERDI, el ciudadano de la soledad, de Pablo Rojas Paz $15



La vida de un país a través de la vida de un hombre, eso es lo que Pablo Rojas Paz se ha propuesto pintar y ha conseguido ofrecer en esta cabal biografía de Alberdi, el ciudadano de la soledad. El subtítulo alude claramente a la característica quizá hasta ahora menos señalada en la vida de Alberdi, al drama del hombre que quiso imponerse mediante la fuerza del puro pensamiento, que vivió largos años expatriado y solitario para así ejercer mejor la misión, que él mismo se había adjudicado, de censor de la vida pública argentina. La lectura de esta obra tendrá, pues, para las actuales generaciones de la Argentina y del resto de América un valor de ejemplaridad.

El gusano loco, de Wimpi $15 RESERVADO



Con su humor sencillo, certero y popular, el escritor uruguayo Arthur García Núñez (que firmaba con el seudónimo de “Wimpi”) divirtió a generaciones de rioplatenses.
"El gusano loco" (una selección de 30 charlas radiales) es un extraño libro de ensayos o aguafuertes o narraciones o relatos o ideas o cosas. La virtud central en la obra de Wimpi es su humor: un humor sencillo y a la vez certero con frase como "El marido es la viruta de un novio" o "Se ha dicho que el hombre es hombre por la cabeza y por la mano. Lo es más, empero, por la mano que por la cabeza: hay muchos que no piensan, y lo mismo agarran. Y otros que únicamente piensan en agarrar".

jueves, 20 de noviembre de 2008

Everest Diccionario latino-español, español-latino



Con apéndice de morfología y sintaxis latina - Ed. Everest, 2001, $25

lunes, 17 de noviembre de 2008

Inés, de Elena Garro RESERVADO



Esta novela permaneció inédita varios años por voluntad expresa de la autora. En sentido estricto se trata de un ejercicio literario que recrea el relato erótico francés (Louys, Bataille, Mandiargues, Réage) y donde no está ausente el homenaje a Sade. Inés repite el paradigma de la doncella inocente, preservada sin mácula en un convento hasta que es arrojada al mundo sometido por el demonio, la carne y en esta ocasión —decada de los sesenta— también por las drogas.
La inmaculada Inés es retenida por un círculo de malditos que ofician rituales de ignominia y crueldad. Ella sólo piensa en huir, pero está condenada al encierro y la tortura porque no es una víctima más del grupo y sus cabecillas, sino La Víctima propiciatoria, elegida por los dioses —o por los demonios— para echar abajo la lógica del sadomasoquismo: no hay víctimas ni verdugos. Con su angustia, su dolor y su sacrificio final, Inés contradice a quienes la inmolan y los derrota. Novela que se rebasa a sí misma, que excede su intención original y le exige al lector una complicidad que probablemente no está acostumbrado a ejercer, Inés contempla por fin la luz pública y demuestra otra vez por qué Elena Garro es una de las más notables figuras de las letras mexicanas.

Crítica de la razón dialéctica - Tomo I - J.P. Sartre



A partir de 1949, Sartre intenta revisar el pensamiento marxista enriqueciéndolo con su filosofía existencialista, comenzando la tercera etapa de su producción.
Crítica de la razón dialéctica (1960), representa un esfuerzo para alcanzar la síntesis de las dos concepciones. Hay un pasaje del protagonismo del para sí al protagonismo que asume el movimiento dialéctico de la historia y la acción concertada del grupo para trascender una determinada situación política.

Trois contes: Flaubert en francés



Un coeur simple, La légende de saint Julien l'hospitalier, Herodías.
Eugene Fasquelle Editeur, París, 1921
L'écriture de Flaubert est précise et constituée d'images fortes. Deux exemples suffiront à montrer son génie littéraire et la maîtrise qu'il possède de sa propre écriture: "Les prairies étaient vides, le vent agitait la rivière; au fond, de grandes herbes s'y penchaient, comme des chevelures de cadavres flottant dans l'eau." (Un cœur simple) ; "Il traversa des régions si torrides que sous l'ardeur du soleil les chevelures s'allumaient d'elles-mêmes, comme des flambeaux[.]" (Saint Julien).

domingo, 16 de noviembre de 2008

Eugene O'Neill: El gran dios Brown, Extraño interludio, A Electra le sienta el luto



“Es el más imprevisible de los autores. Pasó, como August Strindberg, del naturalismo a lo simbólico y lo fantástico. Comprendió que el mejor instrumento que les ha sido dado a los hombres para renovar o innovar es la tradición, no servilmente remedada sino ramificada y enriquecida. Repitió en el dialecto de nuestro tiempo, y variando un poco los nombres, antiguas fábulas helénicas ya dramatizadas por Sófocles. Llevó a la escena la Balada del antiguo marinero, de Coleridge. En su Extraño interludio (1928) se oye primero lo que dicen los personajes; con una voz algo distinta, lo que secretamente estaban pensando. Siempre lo inquietaron las máscaras y las usó de una manera que no habían sospechado los griegos ni el teatro No. En El gran Dios Brown (1926) la viuda del protagonista, un sólido hombre de negocios americano, adora y besa el antifaz usado por él y se olvida del muerto. En El luto le sienta a Electra (1931) los rostros de los actores y la fachada de la gran casa de los Mannon tienen la rigidez de máscaras. El sentido alegórico importa menos que la gravitación de esos símbolos.” (del prólogo de J.L. Borges)

Las cuatro estaciones de FIDEL CASTRO (una biografía política), por J.P. Clerc



Jean Pierre Clerc traza un brillante balance de la revolución cubana, a través de los avatares de la vida de Castro. De su niñez campesina a una madurez que se ha ido confundiendo con el rumor del mundo, Clerc analiza sin malevolencia ni complacencia una trayectoria política que refleja, como pocas, la historia de nuestra época.

Las alas de la paloma, de Henry James



Tres personajes principales: un hombre atractivo y pobre, una inocente y rica heredera, y una mujer astuta y con gran influencia sobre la anterior, pero sin fortuna ni escrúpulos. Si esto no alcanza para mostrar la trama sólo debe añadirse una palabra: triángulo. El autor juega enseñando las cartas todo el tiempo, pero su maestría arrasa con los sentimentalismos y da lugar a una profunda búsqueda moral, al esfuerzo que realiza cada uno de los personajes principales por comprenderse a sí mismo.
Asistimos de este modo, con el corazón en la boca, a los pasos que dan las conciencias de los tres protagonistas, a sus renuncias a los juicios convencionales y al descubrimiento de una moral nueva, más auténtica, que dará sustento a sus apuestas finales.

sábado, 15 de noviembre de 2008

El corsario, de Lord Byron




El libro contiene cuatro obras: "El corsario", "Lara", "El sitio de Corinto" y "Mazeppa". Lord Byron (1788-1824), uno de los poetas fundamentales del romanticismo inglés, dejó constancia en sus textos del mundo de heroísmo y aventuras que todo auténtico poeta romántico se exigía, al punto de que el final de su vida lo halló en Missolonghi, combatiendo por la independencia griega. "Parecía, allá en Grecia, un belicoso representante de la musa moderna en la patria de las antiguas musas." (Victor HUgo)

Más allá del deseo, de Sherwood Anderson



En su literatura los vocablos dicen más por la forma de estar enlazados entre sí y por el sonido, que en virtud de su acepción o etimología. Es un estilo de martillazos, desnudo por completo de retórica, pero pleno de matices y sugerencias.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Los inocentes, de Hermann Broch






Violento ataque a la sociedad alemana anterior al nazismo, Los inocentes narra una doble historia protagonizada por mujeres: la de la baronesa W., reliquia de un mundo desaparecido, y su doncella Zerline, astuta y antigua rival de amores de su señora, a la que acaba por matar; y la de Hildegard, hija bastarda de la baronesa, mujer fría y calculadora, y la planchadora Melitta, a la que arrastra al suicidio. En palabras de Hannah Arendt, Los inocentes es "una de las manifestaciones más altas de la prosa alemana del siglo XX"

Lecturas de infancia (Joyce- Kafka-Arendt-Sartre-Valery-Freud) J F Lyotard $25



«Nadie sabe escribir. Cada cual, sobre todo el más «grande», escribe para atrapar por y en el texto algo que él no sabe escribir. Que no se dejará escribir, él lo sabe.
Los relatos y ensayos referidos por las presentes Lecturas se recorrieron siguiendo la pista de esta indigencia. Como una frontera, a la vez afuera y adentro, la línea de decepción demarca un objeto para la reflexión, allá lejos, y trabaja pegada al texto, en su escritura misma.
La cosa de la que padecen estos escritos diversos lleva diversos nombres, nombres de elisión. Kafka la llama indubitable, Sartre inarticulable, Joyce inapropiable. Para Freud es lo infantil, para Valéry, el desorden, para Arendt, el nacimiento.
Bauticémosla infantia, lo que no se habla. Una infancia que no es una edad de la vida y que no pasa. Ella puebla el discurso. Éste no cesa de alejarla, es su separación, pero se obstina, con ello mismo, en constituirla, como perdida. Sin saberlo, pues, la cobija. Ella es su resto. Si la infancia permanece en ella, es porque habita en el adulto, y no a pesar de eso.
Blanchot escribía: Noli me legere, no me leerás. Lo que no se deja escribir, en lo escrito, llama quizás a un lector que no sabe ya leer o no sabe todavía: ancianos, niños del jardín de infantes, disparatando sobre su libro abierto: a.d.a.d.»

El Quijote de Avellaneda



En 1614, nueve años después de la aparición de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, vio la luz un libro titulado Segundo tomo del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. La obra se presentaba con una continuidad perfecta con su antecesora: "contiene su tercera salida: y es la quinta parte de sus aventuras", lo que se contradecía desde luego con su autoría confesa: "Compuesto por el licenciado Alonso Fernández de Avellaneda, natural de la villa de Tordesillas".
En el momento de la aparición de la obra de Avellaneda, el Quijote disfrutaba de un éxito notable (aunque en absoluto era la más famosa de su época): acumulaba casi una decena de ediciones y tenía ya traducción al inglés y al francés. La verdad es que Cervantes había dejado la puerta abierta a una continuación: su libro terminaba "con esperanza de la tercera salida de don Quijote", y añadía (conscientemente o no) una invitación a cambiar de autor, bajo la forma de un verso del Orlando furioso: "Quizá otro cantará con mejor plectro [púa para tocar instrumentos de cuerda]".