viernes, 14 de noviembre de 2008

El Quijote de Avellaneda



En 1614, nueve años después de la aparición de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, vio la luz un libro titulado Segundo tomo del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. La obra se presentaba con una continuidad perfecta con su antecesora: "contiene su tercera salida: y es la quinta parte de sus aventuras", lo que se contradecía desde luego con su autoría confesa: "Compuesto por el licenciado Alonso Fernández de Avellaneda, natural de la villa de Tordesillas".
En el momento de la aparición de la obra de Avellaneda, el Quijote disfrutaba de un éxito notable (aunque en absoluto era la más famosa de su época): acumulaba casi una decena de ediciones y tenía ya traducción al inglés y al francés. La verdad es que Cervantes había dejado la puerta abierta a una continuación: su libro terminaba "con esperanza de la tercera salida de don Quijote", y añadía (conscientemente o no) una invitación a cambiar de autor, bajo la forma de un verso del Orlando furioso: "Quizá otro cantará con mejor plectro [púa para tocar instrumentos de cuerda]".

No hay comentarios: