viernes, 28 de noviembre de 2008

Mis confesiones, de J.J. Rousseau



"INICIO una empresa jamás acometida y cuya ejecución no tendrá imitadores. Quiero mostrar a mis semejantes un hombre en la íntegra verdad de su naturaleza, y ese hombre soy yo.
Yo solo. Siento mi corazón y conozco a los hombres. No he sido hecho a semejanza de ninguno de los que he visto; me atrevo a creerle diferente a cuantos hombres existen. Si no valgo más, al menos soy otro. Pero sólo después de haberme leído, podrá juzgarse si la naturaleza hizo bien o mal en destruir el molde sobre el que fui vaciado. Las trompetas del juicio final pueden sonar cuando les plazca; vendré entonces, con este libro en la mano, a presentarme ante el juez supremo. Y diré en alta voz: He aquí lo que be hecho, lo que he pensado y lo que be sido. He dicho el bien y el mal con la misma franqueza. No he callado nada malo ni agregado nada bueno, y si en alguna oportunidad debí emplear algún adorno indiferente, sólo fue para llenar alguna laguna de mi memoria. He podido suponer verdadero aquello que pudo serlo, nunca lo que sabía falso. Me he mostrado tal cual soy: despreciable y vil al serlo; bueno, generoso y sublime al serlo; he revelado mi interior tal cual tú mismo le viste, Ser Eterno. Reúne a mi alrededor a la innumerable multitud de mis semejantes: que ellos oigan mis confesiones, que giman con mis indignidades y se abochornen con mis miserias. Que cada uno de ellos descubra a su turno su corazón al pie de tu trono con la misma sinceridad, y que luego uno solo de ellos te diga, si se atreve: Yo fui mejor que ese hombre."

1 comentario:

manuel manolo dijo...

querido Peco.. muy útiles sus palabras kafkianas, y más en un día de lluvia como hoy.
Empecé a ver el blog y no bajé tanto el cursor que ya dije "ése lo quiero". Si si si, estamos hablando del libro de Rafael Barret que publicaste hace unos días.

Te pido que me lo reserves y que cuando tengas tiempo avisame el precio así una mañana de estas me caigo por allí.

ahora sí, me voy a revisar bien el blog.

abrazo.

Manolo