lunes, 17 de noviembre de 2008

Inés, de Elena Garro RESERVADO



Esta novela permaneció inédita varios años por voluntad expresa de la autora. En sentido estricto se trata de un ejercicio literario que recrea el relato erótico francés (Louys, Bataille, Mandiargues, Réage) y donde no está ausente el homenaje a Sade. Inés repite el paradigma de la doncella inocente, preservada sin mácula en un convento hasta que es arrojada al mundo sometido por el demonio, la carne y en esta ocasión —decada de los sesenta— también por las drogas.
La inmaculada Inés es retenida por un círculo de malditos que ofician rituales de ignominia y crueldad. Ella sólo piensa en huir, pero está condenada al encierro y la tortura porque no es una víctima más del grupo y sus cabecillas, sino La Víctima propiciatoria, elegida por los dioses —o por los demonios— para echar abajo la lógica del sadomasoquismo: no hay víctimas ni verdugos. Con su angustia, su dolor y su sacrificio final, Inés contradice a quienes la inmolan y los derrota. Novela que se rebasa a sí misma, que excede su intención original y le exige al lector una complicidad que probablemente no está acostumbrado a ejercer, Inés contempla por fin la luz pública y demuestra otra vez por qué Elena Garro es una de las más notables figuras de las letras mexicanas.

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